EL TIGRE CASPIO
(EXTINTO DESDE 1980)
El tigre caspiano también se conocía como “tigre del Caspio”. Habitaba la región comprendida por la península de Anatolia, el Cáucaso, el Kurdistán, norte de Irak e Irán, Afganistán y gran parte de Asia Central (hasta Mongolia). Esta subespecie de tigre fue la tercera más grande, después del tigre siberiano y de bengala.
CARACTERÍSTICAS
Los machos adultos podían pesar entre 170 y 240 kg. y medían de 270 a 290 cm. de longitud total. Las hembras pesaban una media de 135 kg.
Sus presas eran muy variadas, alimentándose de ciervos de Bactriana (C. e. bactrianus), corzos, gacelas, cerdos salvajes, saigas, asnos salvajes, ciervos y camellos.
Su pelaje era de color amarillo dorado con más zonas blancas en los costados y en la cara si se compara con el tigre de bengala.
Sus características rayas eran de color marrón con distintas tonalidades tornándose de color amarillento en las zonas más blancas del vientre.
Su pelaje era aún más largo en invierno para poder soportar el frío, especialmente en el vientre y en la cabeza, donde se evidenciaba una especie de barba o péquela melena en la zona de las mejillas y garganta.
Los machos adultos podían pesar entre 170 y 240 kg. y medían de 270 a 290 cm. de longitud total. Las hembras pesaban una media de 135 kg.
Sus presas eran muy variadas, alimentándose de ciervos de Bactriana (C. e. bactrianus), corzos, gacelas, cerdos salvajes, saigas, asnos salvajes, ciervos y camellos.
Su pelaje era de color amarillo dorado con más zonas blancas en los costados y en la cara si se compara con el tigre de bengala.
Sus características rayas eran de color marrón con distintas tonalidades tornándose de color amarillento en las zonas más blancas del vientre.
Su pelaje era aún más largo en invierno para poder soportar el frío, especialmente en el vientre y en la cabeza, donde se evidenciaba una especie de barba o péquela melena en la zona de las mejillas y garganta.
Tenían un cuerpo bastante robusto y ligeramente alargado comparado con otras subespecies, con fuertes patas con garras excepcionalmente largas que le permitían correr largas distancias. Su cola era bastante corta y estaba surcada por rayas blancas y pardo-amarillentas alternadas.
Esta subespecie de tigre, al contrario que otras, emigraba cada año siguiendo las manadas de saigas, asnos salvajes, ciervos y camellos de los que se alimentaban, lo que llevó a los pobladores de la zona a llamarlos ´leopardos viajeros´.
Estos animales eran solitarios.
La gestación de las hembras era de unos 100 días, dando a luz de dos a tres cachorros ciegos hasta los diez días. A las dos semanas salían de la madriguera y a las ocho semanas era el destete. A las 11 semanas comenzaban sus prácticas de caza con ayuda de su madre. Solían criar cada tres o cuatro años, y tenían una esperanza de vida de 10 a 15 años.
Esta subespecie de tigre, al contrario que otras, emigraba cada año siguiendo las manadas de saigas, asnos salvajes, ciervos y camellos de los que se alimentaban, lo que llevó a los pobladores de la zona a llamarlos ´leopardos viajeros´.
Estos animales eran solitarios.
La gestación de las hembras era de unos 100 días, dando a luz de dos a tres cachorros ciegos hasta los diez días. A las dos semanas salían de la madriguera y a las ocho semanas era el destete. A las 11 semanas comenzaban sus prácticas de caza con ayuda de su madre. Solían criar cada tres o cuatro años, y tenían una esperanza de vida de 10 a 15 años.
¿Por qué SE EXTINGUIERON?
Con la llegada de las medidas previstas por los zares de Rusia para ocupar las tierras fronterizas de Asia Central y el Cáucaso, llegó el declive para el tigre. En los primeros años del siglo XX se le ordenó al ejército que exterminara a los tigres, leopardos y lobos en las tierras que bordeaban al Mar Caspio, lo que se hizo en poco tiempo.
Estas zonas eran inmediatamente utilizadas como asentamientos humanos, lo que conllevaba la deforestación del bosque y la llegada de los cultivos como el de arroz y algodón.
Además de acabar con su hábitat los pastores consideraban a los tigres como una amenaza para su ganado, que incluía camellos, caballos y ovejas, por lo que los mataban.
Hay que tener en cuenta que el tigre del Caspio ya era vulnerable debido a la limitada naturaleza de su distribución, por lo que otra causa de la propagación de los asentamientos humanos fue la fragmentación de su hábitat, quedando cada vez áreas más pequeñas y separadas.
La caza de los tigres y de sus presas grandes son otras amenazas que tenía la subespecie.
Además los mataban por su piel muy bien valorada; para ello usaban veneno y trampas.
Después llegaron nuevos proyectos similares que fueron acabando con el tigre en cada una de sus zonas de origen.
En 1970 se mató un ejemplar en Uludure, Turquía. Un botánico que trabajaba en la zona llegó a fotografiar la piel del animal en 1972, al que se juzgó joven (y por tanto indicio de la presencia de otros ejemplares maduros) según la distribución de sus rayas. Sin embargo, las distintas expediciones no han conseguido dar con ningún ejemplar vivo, a pesar de que varios civiles y militares destacados en la frontera con Irak y Siria han afirmado haber visto ejemplares en la zona en alguna ocasión.
En Afganistán se dijo que un ejemplar fue abatido en 1997, en el norte del país, pero la noticia es muy poco fiable y existen razones para pensar que el animal muerto era en realidad un leopardo.
De manera más reciente, en el marco de un un proyecto de investigación de Biodiversidad de WWF Turquía en 2004, se realizó un estudio para revelar la presencia de grandes mamíferos y su distribución; en los resultados del cuestionario, algunos militares había presentado los rumores sobre la presencia de grandes felinos en la región. La población local hablaba de la caza de tres a cinco tigres por año para vender sus pieles hasta mediados de los 80. Esto junto al hecho de que la piel de tigre fotografiada perteneciera a un ejemplar joven indicaría que los tigres habrían existio en la región probablemente hasta mediados de los 90. Sin embargo debido a la falta de interés y a otros problemas como el de la seguridad no se había estudiado el este de Turquía en profundidad. Por lo tanto, con esta investigación no se demostró que el tigre del Caspio sobrevive, pero existen indicios que podrían por lo menos respaldar una investigación más exhaustiva acerca de la veracidad de los rumores y de las afirmaciones de que el tigre del Caspio podría seguir vivo.
FUENTE DE INFORMACIÓN:
Estas zonas eran inmediatamente utilizadas como asentamientos humanos, lo que conllevaba la deforestación del bosque y la llegada de los cultivos como el de arroz y algodón.
Además de acabar con su hábitat los pastores consideraban a los tigres como una amenaza para su ganado, que incluía camellos, caballos y ovejas, por lo que los mataban.
Hay que tener en cuenta que el tigre del Caspio ya era vulnerable debido a la limitada naturaleza de su distribución, por lo que otra causa de la propagación de los asentamientos humanos fue la fragmentación de su hábitat, quedando cada vez áreas más pequeñas y separadas.
La caza de los tigres y de sus presas grandes son otras amenazas que tenía la subespecie.
Además los mataban por su piel muy bien valorada; para ello usaban veneno y trampas.
Después llegaron nuevos proyectos similares que fueron acabando con el tigre en cada una de sus zonas de origen.
En 1970 se mató un ejemplar en Uludure, Turquía. Un botánico que trabajaba en la zona llegó a fotografiar la piel del animal en 1972, al que se juzgó joven (y por tanto indicio de la presencia de otros ejemplares maduros) según la distribución de sus rayas. Sin embargo, las distintas expediciones no han conseguido dar con ningún ejemplar vivo, a pesar de que varios civiles y militares destacados en la frontera con Irak y Siria han afirmado haber visto ejemplares en la zona en alguna ocasión.
En Afganistán se dijo que un ejemplar fue abatido en 1997, en el norte del país, pero la noticia es muy poco fiable y existen razones para pensar que el animal muerto era en realidad un leopardo.
De manera más reciente, en el marco de un un proyecto de investigación de Biodiversidad de WWF Turquía en 2004, se realizó un estudio para revelar la presencia de grandes mamíferos y su distribución; en los resultados del cuestionario, algunos militares había presentado los rumores sobre la presencia de grandes felinos en la región. La población local hablaba de la caza de tres a cinco tigres por año para vender sus pieles hasta mediados de los 80. Esto junto al hecho de que la piel de tigre fotografiada perteneciera a un ejemplar joven indicaría que los tigres habrían existio en la región probablemente hasta mediados de los 90. Sin embargo debido a la falta de interés y a otros problemas como el de la seguridad no se había estudiado el este de Turquía en profundidad. Por lo tanto, con esta investigación no se demostró que el tigre del Caspio sobrevive, pero existen indicios que podrían por lo menos respaldar una investigación más exhaustiva acerca de la veracidad de los rumores y de las afirmaciones de que el tigre del Caspio podría seguir vivo.
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